La finalidad de conectar a la red eléctrica una instalación fotovoltaica es poder vender toda la producción para que, progresivamente, el porcentaje de energía limpia que se consume de la red vaya ampliándose.
Conectando una instalación fotovoltaica a la red eléctrica convencional conseguimos convertirla en una pequeña central productora. El gobierno obliga a las grandes compañías eléctricas a comprar la energía producida y a distribuirla en el mercado. Así se consigue que los usuarios puedan consumir de la red una parte de energía que proviene de fuentes renovables.
El precio de venta de la energía producida está subvencionado y llega hasta 5,75 veces el precio de compra base. Así, el propietario de la instalación puede amortizar mucho más rápido la inversión y tener beneficios.
El precio de compra de la energía eléctrica producida depende de la potencia de la instalación:
- Potencia no superior a 100 kWp:
Precio de venda 5,75 veces el precio de compra. El kWh queda a 0,41€.
- Potencia superior a 100 kWp:
Precio de venda 3 veces el precio de compra. El kWh queda a 0,21€.
Cabe mencionar que una instalación de 100 kWp tiene una superficie equivalente de 813 m2 de paneles solares fotovoltaicos.
Inversión subvencionada
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE) otorga ayudas a fondo perdido de hasta un 20% del presupuesto de la instalación para particulares. Además, conjuntamente con el Instituto Oficial de Crédito, ofrecen financiación bonificada (interés nominal dos puntos por debajo del interés bancario) de hasta el 70% del presupuesto de la instalación.
También se otorgan subvenciones de organismos de administraciones Municipales, Autonómicas y Comunitarias.
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